miércoles, 6 de marzo de 2013

El mundo micénico - Parte 2

Durante la edad del bronce en el Egeo, en el segundo milenio a. c., se desarrolla en la Grecia continental la cultura micénica. Esta civilización ha supuesto un fascinante enigma desde tiempos remotos. Se trata de la sociedad que participó en la guerra de Troya y sobre la que Homero escribió, siglos más tarde, en la "Ilíada" y la "Odisea" Sobre ella han escrito historiadores, arqueólogos, literatos e incluso psicólogos y filósofos. Su capacidad para la inspiración humana sólo puede ir pareja al desconocimiento de esta sociedad a la que sólo hemos podido acercarnos a través de siglos de distancia.

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 LA SOCIEDAD MICÉNICA  

Por lo que sabemos, es muy probable que la sociedad micénica estuviera dividida en dos grandes estratos: una aristocracia (constituida por el entorno del rey) y el pueblo (damo) que se encuentra dirigido por funcionarios reales. En esta dicotomía también hay que añadir la existencia del trabajo esclavo.

El monarca micénico se encuentra a la cabeza de la sociedad. El término empleado es  «wanax» o «wanaka». Aunque cumple funciones religiosas, siendo responsable de los ritos públicos, es un monarca con atribuciones militares, algo en lo que se diferenciaba del modelo cretense. Como cabeza visible de la sociedad, es el receptor de las ofrendas al palacio. En la figura de Agamenón, rey micénico que encontramos en la trama de la Ilíada, tenemos representado un monarca de la fase heládica tardía.


Vaso de los guerreros (1200 a.c. aprox.), por Zde
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0

Tras el monarca existe una nobleza, de la que emana el wanax. En la nobleza micénica encontramos dos grupos: una alta nobleza, vinculada al poder del sistema de aldeas, y una baja nobleza, asociada a las tareas militares y burocráticas. En el primer grupo, vamos a encontrar la génesis de las futuras facciones aristocráticas que caracterizarán el mundo de la Grecia Arcaica, al segundo pertenecen los funcionarios encargados del control de los artesanos, los jefes de clanes, los supervisores de los cultivos, los supervisores del culto (también existían sacerdotes) y los escribas. El rey y su corte, emanada de la nobleza, constituyen la cúspide de la que dependen subalternos y funcionarios menores. Delegados y gobernadores extienden el poder real al resto del territorio.

Objetos micénicos de uso cotidiano, por Schuppi (2014)
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0
El artesanado, tan desarrollado como en el mundo minoico, era dependiente del palacio. Cerámica, orfebrería (especialmente en oro, joyas, vasos, máscaras funerarias...), y el trabajo del bronce (armamento, corazas, carros, etc.), constituían la mayoría de los productos manufacturados por los artesanos micénicos e introducidos en los circuitos comerciales egeos y orientales.

El pueblo habitualmente se ubica en aldeas y asentamientos rurales, asociado a las tareas agrícolas, desligados de la estructura palacial.


Cerámica pintada de Micenas, por Schuppi (2014)
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0

Resulta difícil esclarecer con precisión cuál era el papel de la mujer en esta sociedad. Los testimonios extensos más antiguos sobre este tema datan de la época de Homero. Contrastando éstos con lo que sabemos de otras civilizaciones de la misma época y de parecido nivel cultural podemos decir que es probable que su papel se redujera al de encargada de la casa, al menos en las élites. Era esposa, madre y ama de casa; hilaba, tejía y dirigía el hogar. El papel del hombre probablemente se desarrollara fuera de la misma, era guerrero (y en las clases más modestas agricultor y ganadero) y constituía la autoridad familiar.


Objetos de oro de Micenas, por Schuppi (2014)
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0

Por lo que respecta a la vestimenta, en el arte micénico el hombre suele aparecer vestido con una túnica corta que a veces se ceñía con un cinturón. Es cierto que en algunas representaciones, en Pilos, aparecen con túnicas largas, hasta los tobillos, pero podrían tratarse de representaciones de sacerdotes o dignatarios.

La vestimenta femenina parece ser más rica y elegante. En la mayoría de las representaciones aparecen con una falda larga y un corpiño ajustado, que podía o no dejar los pechos al descubierto (al modo minoico). Es posible que el estilo se originara en Creta aunque en las pinturas murales de Pilos (de hacia 1250 a. c.) sigue apareciendo. Sobre la falda se llevaba normalmente una faldilla que se doblaba dejando caer sus flecos (algunas representaciones muestran el posible uso de varias faldillas a la vez). Llevaban el pelo muy largo y adornado con trenzas y cintas. Parece ser que eran muy amantes de las joyas, prefiriendo la cantidad a la calidad. Aparecen pendientes, collares, pulseras, anillos, etc.

Joyas y objetos micénicos, por Schuppi (2014)
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0

Con respecto a la esclavitud, podemos afir­mar que existe en grado incipiente en relación con el palacio. El mayor componente de esclavos está integrado por mujeres y niños, aunque tam­bién aparecen hombres. Todos estos esclavos están adscritos a cua­drillas especiales y su alimentación corre a car­go del palacio. No todos los esclavos están vinculados al rey, sino que la nobleza micénica es igualmente poseedora de esclavos particulares. Por último, existe una capa intermedia entre libres y esclavos, cuyos privilegios no se conocen bien.

La procedencia de los esclavos puede ayudar a marcar la pauta de las expediciones bélicas de estos reyes, que seguramente realizarían razzias a las zonas vecinas con el fin de saquear estos centros y esclavizar a la población. La mayoría de estas expediciones se dirigirían a la región orien­tal del Egeo, ya que aparecen esclavos proce­dentes en su mayoría de puntos situados en es­tas zonas.

De gran importancia era el aparato militar. La tradición bélica indoeuropea se apreciaba en este aspecto de la civilización micénica, que impregnaba a la nobleza y la propia figura del monarca. Estos notables guerreros, reunidos en consejo y asamblea, tenían cierto control sobre las acciones del jefe militar.

Los mercenarios micénicos eran bien conocidos en el próximo oriente, donde se beneficiaban de la existencia de numerosos conflictos. Los contactos eran especialmente intensos con Anatolia y los hititas. También las incursiones de rapiña, más o menos ocasionales, eran actividades propias de las élites, que cumplían funciones económicas y sociales.

Murallas ciclópeas de Micenas en la entrada de la Puerta de los Leones, por Ploync (2013)
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY 3.0

El carácter bélico de esta sociedad puede atestiguarse a través de los muchos restos materiales que han sobrevivido. Destaca la presencia de las murallas ciclópeas (construidas con grandes bloques apilados sin ningún tipo de argamasa), que rodeaban las ciudades y ciudadelas, cuya función era más que evidente. Sus estrechos accesos a través de pasillos (como en el caso de la Puerta de los Leones) favorecían la defensa de la misma.

En las armas predomina el uso del bronce y el cuero de formas muy diversas e imaginativas. Dentro de la gran variedad de armas ofensivas se han encontrado lanzas, jabalinas, diferentes tipos de espadas, estoques y flechas. Esto puede dar una idea de la complejidad del aparato militar micénico y de la especialización de sus guerreros. Las armas defensivas se centran en la existencia de escudos, armaduras y cascos de tipos diferentes. Los escudos estaban fabricados en cuero y responden a una doble tipología: los escudos «en forma de ocho» o «de perfil pinzado» y los escudos «en forma de torre» o «rectangulares» (estos últimos tenían curva la parte superior). Las superficies de los escudos eran curvas para proteger mejor a los guerreros.

Réplica de espadas micénicas del Museo de Micenas, por Janmad (2008)
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 4.0

Sobre las armaduras no abundan los hallazgos pero destaca de forma llamativa la denominada «armadura de Dendra». Encontrada en las inmediaciones de Micenas, consta de casco y coraza. Ésta última, formada por peto y espaldar, está compuesta de grandes placas de bronce cosidas sobre un vestido de cuero. De acabado sencillo, ha sido objeto de discusión sobre si su portador era un infante o bien un combatiente en un carro (debido a la escasa movilidad que le permitía la coraza). El casco estaba realizado con colmillos de jabalí.

Armadura de Dendra con casco de colmillos de jabalí, por Dan Diffendale (2010)
Fuente: Flickr / CC-BY-NC-SA 2.0 

El ámbito micénico estaba protegido por un sistema de defensa denominado «Sistema Oka», basado en puestos o guarniciones militares fortificadas, estratégicamente ubicadas. La defensa del país -también las expediciones militares- se sustentaban en el pueblo en armas, asamblea masculina de guerreros, base de un sistema social de raíz indoeuropea.

 LAS CREENCIAS RELIGIOSAS Y FUNERARIAS  

El hecho religioso es bastante difícil de identificar en la civilización micénica, en particular cuando se trata de yacimientos arqueológicos, donde resulta complicado identificar con seguridad un lugar de culto. En cuanto a los textos, sólo las listas de ofrendas dan los nombres de los dioses, pero no nos enseñan nada sobre las prácticas religiosas.

El panteón micénico ya muestra numerosas divinidades que se encuentran más tarde en la Grecia clásica. Poseidón parece ocupar un lugar privilegiado, sobre todo en los textos de Cnosos. En esta época se trata probablemente de una divinidad asociada a los terremotos. También se encuentran una serie de «Damas», asociadas a los lugares de culto. También se encuentra una «Diosa Madre» llamada Diwia. Otras divinidades identificadas que se encuentran durante épocas posteriores son algunas de las que formarán el panteón olímpico clásico como Zeus, Hera, Ares, Hermes, Atenea, Artemisa, Dioniso, etc.; aunque sus atributos no son exactamente los mismos que en la época clásica.

Ningún gran templo de época micénica ha podido ser identificado con seguridad. Algunos edificios encontrados en las ciudadelas y que constan de una habitación central de forma oblonga rodeada de pequeñas habitaciones podrían haber servido de lugar de culto, pero esta hipótesis no parece contentar a todos los expertos.


Estauillas votivas de terracota (en "psi" y en "phi"), por Zde
Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0

Se puede además suponer que existió un culto doméstico y se cree que lugares como Delfos, Dodona, Delos o Eleusis eran ya santuarios importantes (los santuarios minoicos en abrigos naturales eran frecuentes). Pero esto resulta difícil de probar de forma evidente.

La práctica funeraria mayoritaria parece ser que consistía en la inhumación. En los ajuares funerarios se refleja bien el carácter de la élite micénica, rica y guerrera. Los enterramientos más destacados se efectúan en «Tholoi», túmulos circulares con cámaras pétreas, donde se han documentado numerosas ofrendas de gran riqueza: armas, marfiles, joyas, máscaras de oro. La más impresionante la constituye la «Tumba de Agamenón» (o el «Tesoro de Atreo») en Micenas. En ocasiones se produjeron en el interior de las ciudadelas (círculos B y A de Micenas) y recibieron culto durante mucho tiempo (son los llamados cultos heroicos).

1. Sección y plano del Tesoro de Atreo (2007)
2. Reconstrucción de la vista de la fachada desde el dromos (2007)
BANISTER, F.: A History of Architecture on the Comparative Method (1921)
Fuente: Flickr (1) (2) / Penn State University Libraries / CC-BY-NC 2.0

   
1. Vista exterior del Tesoro de Atreo, por Klearchos Kapoutsis (2010) / CC-BY 2.0 
2. Esquema y reconstrucción de la entrada a la tumba, por Schuppi (2014) / CC-BY-SA 3.0
(El triángulo sobre la entrada descarga el peso que ejerce la colina artificial sobre el corredor)
Fuente: (1) Flickr  (2) Wikimedia Commons 


Otro tipo de enterramientos podía producirse en cistas; en el suelo mismo de las viviendas o en zonas exteriores, en cementerios. La cremación irá adquiriendo importancia conforme avanza el período hasta hacerse mayoritaria en las épocas finales del Heládico Reciente, lo que para algunos autores es indicativo de la llegada de un pueblo nuevo con prácticas diferentes.


El tesoro de Atreo, en Micenas 
subido por ARTEHISTORIA a https://www.youtube.com