miércoles, 13 de agosto de 2014

La Primera Guerra Mundial: los Tratados de Paz y las consecuencias a largo plazo

A principios del siglo XX, el aumento de la tensión en las relaciones internacionales europeas debido a los continuos conflictos nacionalistas e imperialistas desencadenaría la guerra de mayores proporciones que la humanidad había vivido hasta la fecha. Los tratados de paz que pusieron fin a la "Gran Guerra" (Paz de París) resultaron de una gran complejidad; fruto, por un lado, de los complicados  sistemas de alianzas entre los distintos participantes del conflicto (cada uno con sus propios intereses), y de las ansias de revancha, por otro. En cualquier caso, las consecuencias de estos tratados tendrán una amplia trascendencia y todavía en el mundo actual podemos vislumbrar su herencia. 

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 EL FIN DE LA GUERRA: LOS TRATADOS DE PAZ 

Tras la derrota de los Imperios Centrales, en 1919 los vencedores se reunieron en París para reconstruir el mundo. Durante 1919 firmaron 5 tratados: St. Germain con Austria, Trianon con Hungría, Neuilly con Bulgaria, Sèvres con Turquía, y, muy especialmente, con Alemania el Tratado de Versalles.


Clemmenceau presenta los términos de los aliados a la delegación alemana (1919)
Fuente: Wikimedia Commons / Wide World Photos

El mundo miraba con respeto y expectación a un hombre, el presidente estadounidense Woodrow Wilson. Vencedores, vencidos y neutrales admitían que la intervención de EE.UU. habla decidido el conflicto. Los puntos de vista de Wilson eran bien conocidos; los había formulado, en enero de 1918, en sus Catorce Puntos, que eran los principios sobre los que, según él, había de establecerse la paz después de la victoria. Los Catorce Puntos exigían que se pusiera fin a los tratados secretos y a la diplomacia secreta; libertad de los mares; eliminación de las barreras y de las desigualdades en el comercio internacional; reducción de armamentos por parte de todos los países; reajustes coloniales; evacuación de territorios ocupados; autodeterminación de las nacionalidades y nuevo trazado de las fronteras europeas a lo largo de líneas nacionales; y como punto final, una organización política internacional para evitar la guerra.

George, Orlando, Clemenceau y Wilson durante un descanso en las negociaciones 
del Tratado de Versalles, por Edward Jackson (1919)
Fuente: Wikimedia Commons / U.S. Army Signal Corps
Veintisiete naciones se reunieron en París en enero de 1919, pero las sesiones plenarias no tuvieron interés. Las cuestiones se decidían en conferencias entre los cuatro grandes: Wilson por EE.UU., Lloyd George por Gran Bretaña, Clemenceau por Francia y Orlando por Italia.

Wilson empezó librando una dura batalla por una Sociedad de Naciones, organismo internacional permanente en el que todas las naciones, sin sacrificar su soberanía, se reunirían para discutir sus disputas, prometiendo todas no recurrir a la guerra. Pocos estadistas europeos tenían confianza alguna en aquella Sociedad, pero aceptaron la propuesta de Wilson.

La gran exigencia de los franceses en la conferencia de paz fue la de la seguridad contra Alemania. Proponían que la parte de Alemania al oeste del Rhin se estableciera como un estado independiente, pero los aliados se opusieron. Los franceses cedieron a cambio de una promesa de E.E.U.U. e Inglaterra de ir en su ayuda si eran atacados de nuevo por los alemanes. Francia obtenía el control de las minas de carbón del Sarre por 15 años; durante este tiempo una comisión de la Sociedad de Naciones administraría el territorio del Sarre y en 1935 se celebraría un plebiscito. Lorena y Alsacia volvieron a Francia.


Karl Renner, jefe de la delegación austriaca, se dirige a los otros delegados
al recibir las condiciones de paz del Tratado de Saint-Germain (1919)
Fuente Wikimedia Commons

En el este, los aliados querían asentar fuertes estados amortiguadores contra el bolchevismo ruso. Las simpatías con Polonia eran profundas. Las partes del antiguo imperio alemán habitadas por polacos fueron asignadas al nuevo estado polaco. Esto daba a Polonia un corredor hacia el mar; pero, al mismo tiempo, separaba a la Prusia oriental del núcleo de Alemania. Danzig se convirtió en una ciudad libre.

Alemania perdió todas sus colonias, que fueron conferidas a la Sociedad de Naciones que, a su vez, bajo "mandatos", las asignó a diversas potencias para administrarlas. Los aliados se adjudicaron la flota alemana, pero las tripulaciones alemanas, en lugar de rendirlas, las hundieron. El ejército alemán quedó reducido a 100.000 hombres: el tratado prohibía a Alemania tener artillería pesada, aviación y submarinos.

Los franceses habían estipulado que Alemania debía pagar daños de guerra y los otros aliados formularon la misma exigencia. En la conferencia, Wilson quedó estupefacto ante el volumen de las facturas presentadas. En el tratado no se establecía ninguna suma total por reparaciones; quedó claro que la suma sería muy elevada pero su determinación quedó al arbitrio de una futura comisión.

Esquema básico del Tratado de Versalles
Fue con la concreta finalidad de justificar las reparaciones por lo que se incluyó en el tratado la famosa cláusula del "delito de guerra". Mediante aquella cláusula, Alemania explícitamente aceptaba la responsabilidad de todas las pérdidas y de todos los daños resultantes de la guerra. Los alemanes, ciertamente, no se sentían tan responsables como ahora se veían obligados a reconocer y consideraban que se ofendía a su honor como pueblo. La cláusula del "delito de guerra" inducía incluso a los alemanes más moderados a considerar el tratado como algo que sería necesario eludir, por una cuestión de propio respeto.

El Tratado de Versalles se terminó en 3 meses. La ausencia de los rusos, la decisión de no conceder ninguna audiencia a los alemanes y la inclinación de Wilson a hacer concesiones a cambio de la obtención de la Sociedad de Naciones, permitió resolver problemas complicados con una considerable facilidad. Los alemanes, cuando se les presentó el documento terminado, se negaron a firmar. Los aliados amenazaron con una reanudación de las hostilidades y, finalmente, se vieron obligados a firmar.


El mapa europeo en 1923 tras la Paz de París, traducido por Dove
Fuente: Wikimedia Commons / Map Europe 1923-fr.svg /CC BY-SA 3.0

Los demás tratados redactados por la Conferencia de París, en conjunción con el Tratado de Versalles (St. Germain, Trianon, Neuilly y Sèvres), trazaron un nuevo mapa para la Europa oriental, y registraron la recesión de los imperios ruso, austriaco y turco. Ahora existían 7 nuevos estados independientes: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia. Rumanía se amplió mediante la agregación de áreas anteriormente húngaras y rusas; Grecia se amplió a expensas de Turquía. Austria y Hungría eran ahora pequeños estados, y no había conexión alguna entre ellos. El Imperio Turco desapareció surgiendo Turquía como una república reducida a Constantinopla y Asia Menor.


 CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO DE LA CONTIENDA 

Los cuatro años que duró el conflicto implicaron grandes cambios para el futuro de Europa y el mundo, sembrando la semilla de transformaciones de largo alcance para la sociedad del nuevo siglo: 

  • Demográficamente, Europa perdió entre 9 y 10 millones de personas. El país más afectado fue Alemania. La mayoría estaba constituida por hombres jóvenes en edad de procrear, lo que provoca una superpoblación femenina en esas edades y un importante descenso de natalidad. Habría que añadir el gran número de heridos y mutilados. Este descenso demográfico implicaba importantes barreras para el desarrollo económico y social, sobre todo para aquellos países en los que la guerra tuvo una mayor incidencia.  

Gráfico comparativo de las bajas sufridas por los principales contendientes

  • Tecnológicamente, se producen grandes cambios. Si algo había demostrado esta guerra es que los avances técnicos podían pesar más que la superioridad numérica. Las tácticas militares conocidas habían quedado obsoletas ante los avances tecnológicos. La investigación de nuevos armamentos dio pie no sólo a la creación de nuevas armas de combate sino al desarrollo de industrias, como la química, que permitió el impulso de nuevos productos con distintos usos (como los pesticidas), o la aeronáutica, tras ver las posibilidades que ofrecieron los primeros combates aéreos. En líneas generales, se mejoraron las técnicas de producción y organización en la industria y se conciben los procesos de investigación y desarrollo que cristalizarán durante los años venideros.
  • Socialmente, la llamada "Gran Guerra" por sus contemporáneos, al producir un fuerte descenso de la población activa masculina, ésta se reemplaza con la incorporación de la mujer al trabajo. Esto tendrá importantes repercusiones de cara al futuro. La diversificación del empleo de mujeres en las distintas actividades laborales (agrícolas, fabriles, administrativas, educacionales, etc.) ante la falta de efectivos masculinos, permite a aquellas adquirir una nueva posición en la sociedad. El feminismo se convierte en un fenómeno en expansión y que no podrá ser ignorado fácilmente. El derecho al voto constituye el primer paso, en el que hay que destacar la labor de las llamadas sufragistas. Por otro lado, surgirán movimientos políticos de amplio calado social como el comunismo y el fascismo que irán polarizando la sociedad de la primera mitad del siglo XX.
  • En el campo económico, hay que destacar las destrucciones materiales. Los estados, fuertemente endeudados, difícilmente pueden hacer frente a tanta destrucción. El tejido productivo se orientó hacia las necesidades bélicas, es la llamada economía de guerra, que generó un desequilibrio en la producción de bienes que repercutió muy negativamente en los sectores más necesitados y que generó numerosas revueltas e inestabilidad. Serán necesarios procesos de reconversión industrial. La inflación y las devaluaciones de las monedas serán medidas frecuentes; el intervencionismo estatal en la economía es, por tanto, en esta época, otra consecuencia del conflicto. Alemania será la que sufra las más duras consecuencias económicas en los años de posguerra, como resultado tanto de las destrucciones materiales como de las duras condiciones de paz que se ve obligada a firmar. Por otro lado, se produce el hundimiento del patrón oro ante las graves pérdidas de este metal sufridas durante el conflicto por los países beligerantes que lo necesitaron para llevar a cabo sus transacciones económicas. Así se puso en marcha una cadena de acontecimientos que cristalizarán en las depresiones de los años 20 y el crack financiero de 1929.
Desempleados viviendo en chabolas en Manhattan, por Berenice Abbott (1935)
Fuente: Wikimedia Commons
  • Políticamente, se producen intensos cambios en el mapa europeo tras 1919. La desaparición del Imperio Alemán (sustituido por la República de Weimar) marcó el inicio de un período de humillación para este país que sufrió graves pérdidas territoriales y económicas; en el que se despierta un cierto deseo de revanchismo que cristalizará en la Segunda Guerra Mundial. El Imperio Otomano se transformó en una Turquía reducida a la península de Anatolia. El imperio zarista a su vez se configuró en un estado gobernado por el partido comunista. El Imperio Austrohúngaro se dividió en varias entidades: Austria, Hungría y Checoslovaquia. Por otro lado, nace un nuevo país en los Balcanes: el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (futura Yugoslavia), una monarquía bajo la dinastía de los Karadjorjevic.
  • Se produce un nuevo orden mundial en el que las que eran las grandes potencias mundiales se ven relegadas a un segundo plano. Las pérdidas materiales, la debilitación de los lazos con las colonias, que en muchos casos inician un largo proceso de descolonización, y la incapacidad de estas potencias de poner fin a un conflicto que ellas mismas han generado marcan el inicio del fin de la hegemonía europea en la esfera política mundial.
Frente a este panorama europeo, dos países llevaron a cabo un fuerte despegue económico con sus préstamos y ventas a los países beligerantes: son Estados Unidos y Japón, que, con el hundimiento de Europa, se convierten en primeras potencias económicas.


Esquema general sobre las consecuencias de la Primera Guerra Mundial