domingo, 31 de agosto de 2014

La Revolución Rusa: La Revolución de 1917

A principios del siglo XX, la situación económica rusa era de atraso con respecto a las naciones europeas vecinas. La modernización y la industrialización trajeron un desfase entre los grandes propietarios y la clase asalariada, que toma conciencia de su situación e iniciará una lucha por sus derechos que alcanzará consecuencias imprevistas. En 1917, el levantamiento de las clases populares acabará por derrocar el régimen zarista e instaurar otro en el que el Partido Comunista regirá el devenir de la nación durante la práctica totalidad del siglo XX. La fórmula será exportada posteriormente fuera de Rusia.    

Enlaces relacionados:
La Revolución Rusa: Rusia a principios del siglo XX.
La Revolución Rusa: La Guerra Civil y la formación de la URSS.
La  Revolución Rusa: La NEP, la III Internacional y la era de Stalin.


 LA REVOLUCIÓN DE FEBRERO 

En 1914, las políticas internacionales de las grandes potencias europeas chocaron en el conflicto bélico más sangriento que había vivido la humanidad: la Gran Guerra, a la que Rusia no fue ajena. Una vez más, a imagen de lo ocurrido en 1905, la guerra sometió al régimen zarista a una prueba que no pudo resistir. Con el estallido bélico, los miembros de la clase media ofrecieron su apoyo al gobierno y todos los partidos (salvo el POSD) apoyaron la participación en la guerra. Aunque éste recelaba de aquellos signos de actividad que surgían fuera de los círculos oficiales. Sin embargo, la entrada rusa en la Primera Guerra Mundial, podría satisfacer las ansias expansionistas del zarismo pero no iba a repercutir en ningún beneficio para las clases humildes que sangrarían en el campo de batalla. El obrero y el campesino se incorporaban al ejército sin ninguna convicción y, para colmo de males, la guerra comenzaba con varios desastres.

Petrogrado en marzo de 1917
Fuente: Wikimedia Commons

Las duras derrotas (especialmente sangrantes en el frente prusiano) eran un reflejo de unas tropas desmoralizadas e irregularmente adiestradas, dirigidas por oficiales mal preparados. La infraestructura de la guerra era claramente insuficiente (con una deficiente red ferroviaria, y falta de recursos armamentísticos e incluso alimenticios). Como resultado, las cifras de bajas eran escandalosas. Mientras los insuficientes recursos eran destinados al frente por las necesidades de la guerra, el hambre y la escasez se extendieron lentamente por el país originando huelgas y una gran inestabilidad.

Fuerzas cosacas en la Primera Guerra Mundial, por Ray Mentzer (1914)
Fuente: Wikimedia Commons
Por otra parte, la vida en la corte rusa era pintoresca. La zarina Alejandra, de origen germano (de hecho, no hablaba ruso con fluidez), miraba con desprecio a todos los rusos ajenos a su círculo, incitaba a su marido a comportarse como un autócrata orgulloso, y escuchaba los consejos de un hombre que se autodefinía como santo, Rasputín, que ejercía una enorme influencia sobre la pareja real. El asesinato de éste fue un signo más de la desafección de todos los estratos del pueblo ruso hacia el régimen zarista.

Durante la guerra, en 1915, se suspendió la Duma, aunque al año siguiente fue reunida de nuevo, y a pesar de haber sido siempre tan conservadora, expresó su enérgica indignación por la forma en que se llevaban los asuntos. Entre todos los elementos de la población aumentaba el descontento por el curso de la guerra y por la ineptitud del gobierno. El zar comenzó a pensar en la represión y suspendió nuevamente la Duma. Incluso los más moderados llegaban a la conclusión de que la situación sólo podía resolverse por la fuerza.

Rasputín y sus admiradoras, por Karl Bulla (1914)
Fuente: Wikimedia Commons
Una vez más fueron los obreros de Petrogrado los que precipitaron la crisis. Los alimentos habían empezado a escasear, como en todos los países beligerantes, pero la administración zarista era demasiado torpe y estaba demasiado desmoralizada por la corrupción para establecer los controles que en los demás países se habían hecho habituales, como fijación de precios máximos o distribución de cartillas de racionamiento. En marzo de 1917, estallaron motines para reclamar alimentos, que pronto desembocaron, con la ayuda de los intelectuales revolucionarios, en insurrecciones políticas. El zar ordenó sofocar la rebelión pero, finalmente, las tropas de la ciudad se negaron a continuar disparando contra los insurgentes; el motín y la insubordinación se extendían. En unos pocos días, se había organizado en Petrogrado un Soviet de Diputados de los Obreros y de los Soldados.

Los dirigentes de la clase media pedían la destitución del gobierno y la formación de otro nuevo que contase con la confianza de una mayoría de la Duma. El zar se vengó disolviendo la Duma. Ésta creó un comité ejecutivo que se hiciese cargo de la situación, con lo que había dos autoridades en la ciudad: el Comité de la Duma, relativamente legal, y el Soviet de Petrogrado, que representaba a las fuerzas revolucionarias.

Ataque a la policía del zar durante los primeros días de la Revolución
Fuente: Wikimedia Commons
El Comité de la Duma, bajo presión del Soviet, creó el 14 de marzo un Gobierno Provisional, bajo la presidencia del príncipe Lvov, del partido K.D., y accedió a pedir la abdicación del zar. El ejército estaba poniéndose del lado de la revolución; los propios generales, incapaces de garantizar la lealtad de sus hombres, aconsejaron la abdicación del monarca. Nicolás II cedió y su hermano, el Gran Duque Miguel, se negó a sucederle. Y el día 17 de marzo de 1917 Rusia se convirtió en una República.


 LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE 

El Gobierno Provisional convocó elecciones mediante sufragio universal masculino para una Asamblea Constituyente, que prepararía una constitución para el nuevo régimen. Trató de continuar también la guerra contra Alemania. En julio se organizó una ofensiva, pero los ejércitos, desmoralizados, fueron derrotados rápidamente. Entre tanto, los campesinos invadían los distritos rurales, incendiando y saquean­do. En el frente los ejércitos se desvanecían; muchos altos oficiales se negaban a servir a la república y masas de soldados desertaban. El Soviet de Petrogrado, en oposición al Gobierno Provisional, exigía la inmediata terminación de la guerra.

Asamblea del soviet de Petrogrado (1917)
Fuente: Wikimedia Commons
Los soviets se generalizaron por el país cumpliendo la función de constituir tanto organizaciones de representación de trabajadores y ciudadanos como órganos de poder político en la casi totalidad del territorio ruso y donde se llevaba a cabo una democracia directa, a través de asambleas.

Las cuatro líneas básicas en las que se centraban las aspiraciones políticas de los soviets eran el establecimiento de una república democrática, la consecución de una paz inmediata en la Primera Guerra Mundial, la obtención de la propiedad de la tierra por los campesinos que la trabajaban y la consecución de una jornada laboral de ocho horas. En un Gobierno Provisional compuesto mayoritariamente por el partido que representaba a la burguesía liberal estas aspiraciones parecían difíciles de conseguir.

Lenin presentando sus "Tesis de abril" en el Palacio Táuride de Petrogrado (1917)
Fuente: Wikimedia Commons
Sin embargo, los soviets parecían respetar de una forma más íntegra el espíritu de la Revolución de Febrero, por la que los trabajadores se expusieron a sangrar. Estaban integrados por socialistas, mencheviques y bolcheviques (aunque éstos eran minoría), y socialrevolucionarios, mayoritariamente. Su apoyo al gobierno era dubitativo, pues eran conscientes de las evidentes diferencias sociales y políticas con sus representantes, y tenían el apoyo de la inmensa masa de trabajadores. Por ello, el Gobierno Provisional difícilmente conseguiría gobernar de forma efectiva sin el apoyo de los soviets.

Así pues, la revolución estaba ya muy avanzada cuando Lenin (procedente del exilio en Zurich) y los otros bolcheviques llegaron a Petrogrado, a mediados de abril. Inmediatamente, Lenin postula las llamadas «Tesis de abril» que explican la que debería ser la siguiente fase de la Revolución: la conquista del poder por parte del proletariado y el campesinado. Es decir, desde un principio se pusieron al lado del Soviet de Petrogrado y contra el Gobierno Provisional. Éste, en busca de apoyo popular, nombró presidente al socialista Kerensky.

Retrato de Aleksandr Kerenski
Fuente Wikimedia Commons
Los bolcheviques adaptaron su programa a las circunstancias del momento. Lenin se concentró en 4 puntos: la paz inmediata con las Potencias Centrales; redistribución de la tierra a los campesinos; entrega de las fábricas, de las minas y de otras instalaciones industriales a los comités obreros; y reconocimien­to de los soviets como poder supremo. Con este programa, y mediante infiltraciones y estratagemas, los bolcheviques alcanzaron una mayoría en el Soviet de Petrogrado y en los soviets de todo el país.

Estaba claro que la nueva situación no contentaba a nadie. En septiembre de 1917 se produce el fallido intento de golpe de estado de Kornílov. Contrarrevolucionario, el comandante en jefe del Ejército ruso, el general Lavr Kornílov, deseoso de aplicar una serie de reformas conservadoras, planeó un asalto al poder. Sin embargo, el Gobierno Provisional y los soviets, apoyados por la mayoría de la población, lo hicieron fracasar.

Lenin consideraba ahora que había llegado el momento de tomar el poder. En la noche del 6 al 7 de noviembre de 1917, los bolcheviques se apoderaron de la oficina central de teléfonos, de las estaciones de ferrocarril y de las instalaciones de energía eléctrica de la ciudad. Un barco de guerra apuntó sus cañones hacia el Palacio de Invierno, donde se hallaba reunido el gobierno de Kerensky. El Congreso de los Soviets declaró depuesto el Gobierno Provisional y nombró en su lugar a un Consejo de Comisarios del Pueblo, cuyo presidente fue Lenin. Trotsky fue nombrado comisario para asuntos exteriores y Stalin, comisario para las nacionalidades.

Esquema sobre los acontecimientos de las Revoluciones de 1917

Así se produjo la Revolución Bolchevique o Revolución de Octubre (según el calendario juliano). La Asamblea Constituyente, recientemente elegida, se reunió en enero de 1918. De 36 millones de votantes, sólo 9 habían votado al partido bolchevique. Pero Lenin disolvió la Asamblea al segundo día de sus sesiones. Se estableció entonces la dictadura del proletariadoUna guerra civil que asolaría el país estaba próxima a acontecer. Dos meses después, en marzo de 1918, los bolcheviques pasaron a llamarse Partido Comunista. 

La Revolución Rusa,
subido por Brian Canric a https://www.youtube.com