
A principios del siglo XX, el aumento de la tensión en las relaciones internacionales europeas provoca el desarrollo exponencial de la industria bélica debido a los continuos conflictos nacionalistas e imperialistas. Las grandes potencias, sabedoras de que un conflicto estaba próximo intensificaron su acción diplomática. Todo ello derivaría en complejos entramados diplomáticos en los que se establecerían alianzas. Sólo hacía falta una chispa para...