viernes, 7 de noviembre de 2014

Los totalitarismos hipernacionalistas: Características de los fascismos

Tras la Primera Guerra Mundial, el modelo democrático se impone en Europa. Sin embargo, en un territorio debilitado por una posguerra con una dimensión nunca vista antes, la extensión del fenómeno democrático no indicaba que el modelo estuviera afianzado. En la década siguiente surgen corrientes militaristas y antidemocráticas que cristalizarán en los movimientos fascistas y cuyo ascenso implicará un paso atrás en la persecución de la libertad.

Enlaces relacionados:
Crisis económica en el período de entreguerras: el Crack de 1929.
La Primera Guerra Mundial: los Tratados de Paz y las consecuencias a largo plazo.
- Los totalitarismos hipernacionalistas: el fascismo italiano.
- Los totalitarismos hipernacionalistas: el nacionalsocialismo alemán.


 LOS TOTALITARISMOS HIPERNACIONALISTAS

La década de los 30 del siglo XX verá el ascenso de los movimientos totalitarios, un fenómeno que surge en un gran número de países al abrigo de la depresión económica y de la sensación de frustración que deja un sistema democrático que no ha podido impedir las crisis económicas ni las guerras y posguerras mundiales.

Benito Mussolini y Adolf Hitler durante la visita del primero a Munich (1940)
Fuente: Wikimedia commons

Entre los factores que favorecieron la crisis de los sistemas democráticos de principios de siglo en gran parte del continente y el extremismo y la radicalización de la política podemos destacar:

  • La crisis económica de la posguerra, que trajo consigo una enorme inflación.
  • Las tensiones sociales protagonizadas por una mayoría obrera y campesina (empobrecida y que había participado y sangrado en una guerra que no le reportaba nada).
  • Los cambios en el sistema parlamentario, que permitieron una mayor representación social y la aparición de nuevos partidos de amplio seguimiento (socialistas, comunistas…) así como de grupos radicales de extrema derecha (apoyados por burgueses e integrantes de las clases medias).
  • La llegada de la depresión económica de los 30, de amplias consecuencias a nivel mundial.
En este contexto, aparecen ideologías que propugnan la unidad del Estado aún a costa de la libertad y defienden el bienestar del colectivo, entendido como un ente único, por encima del individual. En algunos casos, se convertirán en movimientos de masas y llegarán a alcanzar el poder imponiendo una idea unitaria del Estado en el que se condena todo desviacionismo respecto al ideario propuesto por el movimiento. Se emplea para ello, herramientas de control de la sociedad como la propaganda, la censura y la represión. El movimiento adquiere así con facilidad la forma de un partido único en torno a una figura carismática de poderes ilimitados cuya presencia impregna todos los aspectos de la vida social. En este sentido, el control de los medios de comunicación, la limitación de la libertad de opinión y el empleo masivo de la propaganda se vuelven fundamentales para afianzar la ideología en las masas.

El período de entreguerras,
subido por José María HerCal a https://www.youtube.com

De esta forma, se impone la dictadura y se asesina a la democracia aunque en la mayoría de los casos no se rompe formalmente con ella; ya que el poder de sus líderes proviene de la masa, no de la fuerza de las armas (los golpes de estado no son siempre necesarios para imponer el nuevo régimen). El militarismo de la sociedad, el empleo de la policía secreta, el fomento de la delación contra elementos contrarios al régimen, el culto a la personalidad del líder, el imperialismo exterior (usado como arma de propaganda), el control de la educación y el empleo de símbolos y dogmas ideológicos se convertirán en herramientas habituales para el control y manejo de la sociedad.

La imagen que el régimen ofrece de sí mismo se convierte en un pilar esencial. Elementos como la historia, la raza o la religión se convierten en la columna vertebral de estos regímenes y actúan como símbolos de unidad y de diferenciación respecto a otras naciones. Serán usados sistemáticamente y reforzados, retorcidos y amoldados a las necesidades de la nación. El hipernacionalismo justificará así la pérdida de la libertad y los que disientan se convertirán en enemigos del Estado.

Hitler y Mussolini a la llegada de éste a Munich (1938)
Fuente: Wikimedia commons / Bundesarchiv, Bild 183-H12937 / CC BY-SA 3.0



 CARACTERÍSTICAS DE LOS FASCISMOS

Entre las características que definen los movimientos fascistas pueden destacarse que:

1.   Es la reacción de un nacionalismo contra la humillación de la derrota o, en el caso de los vencedores, contra el despilfarro de la victoria. Es por eso que el fascismo encontró su medio de elección en el país vencido (caso alemán), pero también tiene lugar en algunos de los países vencedores, que estiman que la victoria no ha sido provechosa, que los sacrifi­cios de los combatientes no han aportado todo lo que se esperaba (caso italiano).

Los excombatientes se consideran depositarios de una misión: procurar que el sacrificio de sus camaradas y sus propios sufrimientos no hayan sido en vano. En los países vencedores defienden el respeto de los tratados, la ejecución de las cláusulas, y en los países vencidos encarnan el sentimiento nacional herido y humillado. Los movimientos de excombatientes desembocarán fácilmente en la agitación subversiva y serán un importante afluente del fascismo.

Hitler (sentado a la derecha) durante la I Guerra Mundial (1914)
Fuente: Wikimedia commons / Bundesarchiv, Bild 146-1974-082-44 / CC BY-SA 3.0

El militarismo impregnó todas las esferas de la sociedad. Las distintas asociaciones; ya fueran laborales, juveniles, etc. adoptaban formas y valores inspirados en la vida militar. La demostración del orgullo patrio se manifestaba a través de desfiles que pretenden deslumbrar y del empleo de uniformes de temática militar en organizaciones civiles. Se perseguía con esto reforzar la unidad e identidad nacionales usando el nacionalismo extremo como arma política y originando un ambiente de xenofobia e intolerancia.

2.   Es una reacción contra la democracia y la filosofía liberal. Considera que la democracia es incapaz de defender los derechos e intereses del país. Para ellos, es un régimen débil e impotente, que desacredita en el exterior y traiciona en el interior. Además, tiene el defecto de dividir. En lugar de hacer que todas las energías se unan en un objetivo común, la democracia mantiene las divisiones. Por ello, la existencia de un único partido fomentaba la unidad y fortalecía al Estado.

3.   Es antiindividualista. El individuo no tiene derechos propios, no tiene más que los que la colectividad quiera otorgarle. El individuo encuentra su razón de ser en la subordi­nación al grupo. El fascismo exalta los valores del grupo, de la colectividad, de la comunidad nacional. El éxito del fascismo se debe, en parte, a la voluntad de formar una sola alma, en la exaltación de sentir, pensar, vivir y actuar juntos. Por ello, una de las primeras, medidas que adoptan es suprimir todo lo que diferencia, el pluralismo, los partidos políticos y sindicatos. La diversidad es sustituida por organizaciones unitarias, basadas en la fidelidad al régimen y al partido.

Concentración nazi en Núremberg (1935)
Fuente: Wikimedia commons

4.   Es antiliberal. Está en contra de todas las libertades que puedan debilitar la autoridad y la cohesión del grupo nacional. Algunas de las primeras medidas serán la instauración de la censura en las informaciones, el control de las conversa­ciones, la vigilancia policial, todo ello acompañado, de un conjunto de sanciones e internamientos arbitrarios. Algunos de estos regímenes conservan un simulacro de asamblea representati­va, pero que no representa más que al partido en el poder: el Reichstag alemán o la Cámara de los Fascios italiana. Pero estas asambleas no deliberan verdaderamente, sino que sólo son cámaras de ratificación destinadas a dar publicidad a los discursos de los jefes del régimen y aprobar las decisiones tomadas fuera de ellas.

5.   Es anticapitalista. Financieros y banqueros fueron considerados un símbolo de la corrupción que asolaba a la nación. Para protegerla se llevaron a cabo medidas de corte social como la creación de la seguridad social o de sindicatos organizados desde el poder establecido como un medio de control social. Sin embargo, cuando era necesario se recurría a la financiación que sólo las organizaciones capitalistas podían aportar.

6.   Su filosofía no es igualitaria, sino una filosofía elitista convencida de que una minoría de hombres está llamada a dirigir a los demás. Son élites forjadas por el partido, dirigentes que se han distinguido por su combatividad, su disciplina, su fidelidad hacia el jefe, su adhesión total al partido.

Hitler junto a su primer gabinete (1933)
Fuente: Wikimedia commons / Bundesarchiv, Bild 183-H28422 / CC BY-SA 3.0

La crisis de 1929 influyó en estos movimientos aportándoles las masas que les faltaban. La crisis económica, al sumir en la miseria y la angustia a millones de pequeños burgueses, emplea­dos, obreros, hace crecer los efectivos del partido y del electorado fascista.

7.   Aunque en esencia todos los movimientos fascistas son similares, algunos incorporan características peculiares. Así, el Nacionalsocialismo alemán añade un elemento nuevo, el racismo, que establece el Postulado de la desigualdad de razas y afirma que las razas superiores deben preservar su pureza biológica. Dentro de la jerarquía de razas, la prioridad pertenece a la raza aria y la nación germánica que desciende de ella. Esta teoría se convierte en una fe, en un dogma que inspira una política concreta, que dicta una legislación que llevará al exterminio a 6 millones de judíos.

Esquema sobre las características básicas de los fascismos

Los fascismos se convirtieron en un fenómeno muy extendido y llegaron al poder en países europeos como Alemania, Italia, España, Austria, Hungría, Rumanía, Bulgaria, o los estados balcánicos de Yugoslavia, Albania y Grecia. Entre 1919 y 1936 hubo movimientos fascistas en casi todos los países, pero no todos siguieron la misma suerte. Unos triunfaron, otros fracasaron. Varios elementos pudieron influir en su éxito o fracaso:

  • Las tradiciones intelectuales y políticas: en aquellos países en que el fascismo podía referirse a autores o escuelas que habían preparado el terreno, se encontraba una situación favorable para su expansión (caso alemán).
  • La posición internacional de los países donde el sentimiento nacional ha sido herido por la derrota (Alemania) o por la manera poco considerada en que fue tratado por los aliados (Italia).
  • Los trastornos sociales provocados por las crisis económicas: los éxitos de los fascismos son casi siempre proporcionales a la amplitud de las crisis.
  • La gravedad del peligro comunista: cuanto más próximo esté el peligro comunista, mayor es la violencia de la reacción fascista. Sindicatos y partidos de izquierda fueron acosados y más tarde ilegalizados.
  • Las dificultades de la democracia: cuanto mayores son las dificultades que encuentra el sistema democrático, más fuerte es el desarrollo del fascismo.
Esquema de las bases sobre las que se apoya la ideología fascista

Los fascismos se convirtieron en un fenómeno muy extendido y llegaron al poder en países De esta forma, la década de los 30 será testigo de un enfrentamiento a tres bandas entre distintas ideologías: la comunista (triunfante en la URSS), la democrática (en sus horas más bajas) y la fascista (cuyo ascenso tendrá funestas consecuencias).


Estado Totalitario-Ciencias Políticas-Educatina,
subido por Educatina a https://www.youtube.com