El cambio más rápido y profundo que ha experimentado el modo de vida de la humanidad es el que se inició en Europa bajo el impacto de lo que algunos historiadores han denominado la "Doble Revolución", es decir, la revolución industrial que comenzó en Inglaterra y la revolución "política" iniciada en EE.UU. y Francia. Tras esta "Doble Revolución", Europa pasa de tener una sociedad anclada en características y valores casi medievales (Antiguo Régimen) a otra más moderna (Nuevo Régimen).
Enlaces relacionados:
- El modelo político del Antiguo Régimen y la Revolución Americana.
- La revolución demográfica y agrícola.
- La Revolución Francesa: La revuelta de los privilegiados y la Asamblea.
La
industria se distinguía por su dependencia de la agricultura, por su carácter
artesanal poco evolucionado y porque es una forma de producción donde el capital
y el trabajo están en las mismas manos.
El
aislamiento en que se desenvolvían las comunidades rurales se explicaba en
parte por la lentitud y carestía de los transportes, sobre todo terrestres. Los
vehículos difícilmente alcanzaban los 4 ó 5 km/h y en ciertas comarcas
montañosas ni siquiera se podían emplear por falta de caminos carreteros, con Io
que todo el transporte tenía que hacerse a lomos de mulas. Por esta razón,
muchas comarcas interiores vivían en una economía casi completamente cerrada.
- El modelo político del Antiguo Régimen y la Revolución Americana.
- La revolución demográfica y agrícola.
- La Revolución Francesa: La revuelta de los privilegiados y la Asamblea.
EL
ANTIGUO RÉGIMEN
El
término que habitualmente se emplea para aludir a la Europa anterior a la doble
revolución es el de Antiguo Régimen, que se puede definir como el conjunto de
estructuras demográficas, económicas, políticas, sociales y mentales propias
de la Europa prerrevolucionaria.
El
Antiguo Régimen se caracterizaba por una elevada natalidad y mortalidad; por
crisis de subsistencias y epidemias mortíferas; por el predominio de las
actividades agrícolas; por la lentitud de los transportes y el aislamiento de
la vida local; por la diversidad jurídica y la existencia de estamentos
privilegiados; por la religiosidad y superstición; por las pretensiones
absolutistas de los monarcas que contrastaban con su falta de medios para
modificar efectivamente las instituciones y costumbres tradicionales.
La familia real de Luis XVI (1782) Fuente: Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0 |
La
desaparición del Antiguo Régimen, muy pronto en Inglaterra y Francia, muy
tardía en Rusia, puede situarse para el conjunto de Europa entre finales del
siglo XVIII y comienzos del XIX.
DEMOGRAFÍA
La
principal característica de la demografía del Antiguo Régimen era la elevada
mortalidad (en nuestras días la esperanza de vida es en todos los países
desarrollados superior a los 70 años, mientras que en la Europa del siglo XVIII no
llegaba a los 50). Ni siquiera en las comarcas más prósperas se mejoraban estos
datos, mientras que en ciertas ciudades de población hacinada y, por tanto, muy
vulnerables a las enfermedades infecciosas, la esperanza de vida no superaba
los 20 años.
La
muerte era un fenómeno normal a cualquier edad. Cuatro factores explicaban esta
elevada mortalidad:
- La alimentación escasa y poco variada debilitaba la salud.
- La falta de higiene propiciaba las enfermedades gastrointestinales y facilitaba el contagio epidémico.
- La mayoría de la población carecía de viviendas y ropas adecuadas para protegerse del frío y la humedad, lo que provocaba enfermedades pulmonares.
- Los conocimientos médicos disponibles no permitían combatir con éxito las enfermedades.
Al
margen de que la mortalidad fuera elevada en años normales, cada cierto número
de años se producían mortandades extraordinarias que podían deberse a las malas
cosechas, que provocaban hambres, a las epidemias o a la guerra. Estos tres
factores estaban interrelacionados, ya que la población debilitada por el
hambre era presa fácil de las epidemias, mientras que las guerras
desorganizaban la producción agraria y era un vehículo eficaz de contagio epidémico.
Evolución del crecimiento de la población en el cambio de régimen: En el Antiguo Régimen (fase 1), la alta natalidad y mortalidad daban lugar a un bajo crecimiento de población. |
La elevada
mortalidad era más que compensada por una alta natalidad, ya que los métodos
anticonceptivos eran casi desconocidos, por lo que el único freno a la
natalidad era el elevado porcentaje de solteros y la edad relativamente
avanzada en la que se realizaba el matrimonio.
Con estos indicadores, el crecimiento de la población era escaso y ésta se encontraba estancada.
ECONOMÍA
La
principal fuente de riqueza era la agricultura en la que trabajaba alrededor
del 80% de la población. Los diezmos, los arriendos, los derechos señoriales y
los impuestos que pagaban los campesinos proporcionaban la mayor parte de las
rentas de la Iglesia, la nobleza y el Estado. Las técnicas agrícolas eran
arcaicas y consecuentemente los rendimientos eran bajos. La vida agrícola se
modificaba muy poco de generación en generación, si bien a largo plazo hubo un
aumento de la producción. Este aumento se logró en parte gracias a la
roturación de nuevas tierras y en parte debido a una lenta mejora de los
medios de cultivo. Los mayores avances en la técnica agrícola se iniciaron en
el siglo XVII en Holanda, de donde pasaron a Inglaterra.
Las espigadoras, de Jean-François Millet (1857), por Historia del Arte Ilustración y siglo XIX Fuente: Flickr / CC-BY-ND 2.0 |
En
las ciudades siguen existiendo las corporaciones de oficios (como gremios, guild,...),
que eran agrupaciones de artesanos del mismo oficio que controlaban la producción
y los precios. Su organización era jerárquica: un maestro, varios oficiales y
algún aprendiz; el lugar de trabajo era el obrador, que constaba de dos partes:
el taller y la tienda.
En
el campo existían dos formas de producción industrial:
- Los que simultaneaban la agricultura con la artesanía, a la que dedicaban el tiempo libre, sobre todo en invierno, y vendían sus productos a los comerciantes.
- El "domestic system" o industria doméstica, formada por artesanos rurales a quienes el comerciante de la ciudad facilitaba materia prima y recogía los productos acabados para venderlos en los mercados.
Esquema general sobre el Antiguo Régimen |
La
carestía del transporte era un condicionante decisivo del comercio. En las
comarcas rurales, la mayoría de la población vivía al margen de los circuitos
comerciales. Las familias consumían gran parte de lo que producían y a menudo
obtenían lo restante mediante el trueque, el intercambio de servicios o el
reconocimiento de una deuda en un papel firmado. Las clases altas consumían
bastantes productos de importación, por lo que los artículos de lujo
constituían uno de los elementos más importantes del comercio a larga
distancia.
Herrero en su fragua, de Louis Le Nain (mediados s.XVIII), por The Yorck Project Fuente: Wikimedia Commons / GNU FDL |
Las
actividades financieras como los préstamos, el arriendo del cobro de impuestos
o los suministros a los ejércitos, eran uno de los negocios más lucrativos y
que más habían evolucionado. Se habían desarrollado unas técnicas financieras
relativamente complejas y en varias ciudades surgieron bolsas de valores, entre
las que destacó la de Amsterdam.
En
resumen, la economía del Antiguo Régimen era frágil y tendente al
estancamiento, pues al depender de la agricultura, una escasa producción por
malas cosechas o un aumento de población por encima de la capacidad productiva
se traducía, además de en hambre, en un descenso del poder adquisitivo, que
provocaba a su vez una menor demanda de productos artesanales y
consecuentemente un descenso del comercio, afectando así a todos los sectores.
SOCIEDAD
La
del Antiguo Régimen era una sociedad estamental cuyas características
principales apenas habían evolucionado desde la lejana Edad Media. En ella se
distinguían unos estamentos o estados (de ahí su nombre), que eran agrupaciones
sociales de personas que tienen una misma situación jurídica y gozan de unos
mismos privilegios. Básicamente existían tres: la nobleza, el clero y el tercer
estado o estado llano. La diferencia fundamental era que nobleza y clero tenían
privilegios (como el de no pagar los mismos impuestos que el resto de la
sociedad), mientras que el estado llano carecía de ellos. Los estamentos
privilegiados eran minoritarios: a mediados del XVIII, el 90% de la población
pertenecía al tercer estado.
Salida de la iglesia en Pskov, de Alexander Iwanowitsch Morosow por The Yorck Project Fuente: Wikimedia Commons / GNU FDL |
Era
una sociedad estable y tradicionalista, en la que los cambios se producían a un
ritmo lento y afectaban poco a la mayoría de la población. Se daba una gran
integración del individuo en los marcos colectivos. La vida del individuo estaba
encauzada por las normas de la Iglesia, del gremio, de la aldea y de la
familia. La fortuna se consideraba menos individual que familiar y era
frecuente que, para mantener el poderío de una familia, se sacrificara a los
demás hijos en beneficio del primogénito, al que pasaba el grueso de la herencia,
tal y como ocurría en Castilla con la institución del mayorazgo.
Era
también una sociedad muy desigual en la que el lujo de unos pocos contrastaba
con la miseria de la mayoría, que estaba mal alimentada, mal vestida y mal
alojada, y sometida a largas horas de trabajo.
Veamos
brevemente los distintos estamentos:
- Nobleza: es un grupo reducido (entre el 2 y el 6% de la población), pero de una gran preponderancia social por sus funciones y por sus señoríos, donde ejerce los derechos sociales sobre tierras y habitantes. No es un grupo homogéneo, ya que se diferencian la nobleza de sangre, la de origen militar y la nobleza de servicios, que son los altos funcionarios de la administración. Además su influencia podía variar en función de su posesión de tierras, de su capacidad económica (directamente relacionada con la anterior y que se demostraba mediante el lujo) y de su cercanía a la figura real.
- Clero: aunque muy reducido (2%), goza también de gran preponderancia gracias a la posesión de señoríos, al ejercicio de la enseñanza y al cobro de los diezmos. No es tampoco un grupo homogéneo, pues se advierte una clara diferencia entre el alto clero, reclutado entre la nobleza (segundones, sobre todo, que no habían accedido a la fortuna familiar) y el bajo clero, más pobre y menos culto. Por otro lado, la heterogeneidad de sus posiciones, teniendo en cuenta su pertenencia al clero secular (con diferentes tipos de sedes como obispados o parroquias) o al clero regular (al que pertenecían las distintas órdenes religiosas), podía llegar a formar un auténtico mosaico religioso que contrasta con su escaso peso social.
- Tercer estado: lo forman todos los que no son privilegiados, es decir, la gran mayoría de la población, constituyendo por tanto una agrupación muy variada (en función de su profesión), en la que destacan los burgueses y campesinos. Este grupo destaca por su nula capacidad decisoria sobre su propia realidad y por ser quienes con su trabajo y sus impuestos sostienen al país.- La burguesía, sobre todo la alta (empresarios, juristas, comerciantes) tiende a asimilarse a la nobleza mediante la adquisición de propiedades, el matrimonio o la compra de títulos nobiliarios, y se siente molesta de una sociedad que, aunque le reconoce su poder económico, le niega el poder político, que sigue reservado a la nobleza.- Entre los campesinos se advierte una doble situación: en los países del oeste europeo suelen ser libres y dueños de pequeñas propiedades, aunque se vean obligados al régimen señorial, es decir, a trabajar tierras de los señores y a aceptar las cargas señoriales. En los países del este de Europa aún existe la servidumbre, institución que se distingue de la esclavitud en que al siervo se le reconocen unos derechos, aunque sean mínimos.
En
resumen, a finales del siglo XVIII, la sociedad aún mantiene características
propias de la Edad Media, de la que ya distaban varios siglos. Sus patrones
demográficos, sus formas económicas y las líneas maestras de su sociedad, si
bien podían haberse complejizado, lo cierto es que, en lo básico, continuaban
siendo propiamente medievales. Por esta razón, el Antiguo Régimen simboliza el
estancamiento de la sociedad y el delicado equilibrio de su modelo, si bien se
había mantenido durante siglos, ya no responderá a las nuevas necesidades que
ésta va a requerir en un futuro próximo.
ABG HISTORIA ANTIGUO RÉGIMEN,
subido por Paco Andres a https://www.youtube.com