En los artículos referentes a este epígrafe se intentará realizar un análisis dirigido al surgimiento y evolución de los partidos políticos en España hasta la configuración actual de los mismos. En este artículo veremos cómo el mapa político se reorganiza a lo largo de todo el período para satisfacer las demandas del nuevo sistema. La segunda experiencia republicana española adolecerá de todas las inconsistencias propias de la época que se irán cristalizando en la radicalización de las posturas políticas y que se mostrarán irreconciliables e, incluso, incompatibles dentro de este inestable sistema. A la larga, dichas posturas constituirán el germen de la futura Guerra Civil con la que se cierra el período.
Enlaces relacionados:
- La dictadura de Primo de Rivera.
Enlaces relacionados:
- La dictadura de Primo de Rivera.
LA SEGUNDA REPÚBLICA
Las
elecciones municipales convocadas por el presidente del gobierno, el almirante
Aznar, se celebran el 12 de abril de 1931 responden a dos conceptos muy
distintos: por un lado, los monárquicos insisten en que tienen un carácter
administrativo y por tanto unas elecciones apolíticas (únicamente para elegir a
los representantes locales); por otra parte, las izquierdas intentan
presentarlas como un plebiscito acerca de cuál era el sistema de gobierno que
los españoles querían para su país (república o monarquía). De hecho, los
republicanos llegaron a hacer una campaña de lo más extensa (para los
estándares de la época) en este sentido. El resultado fue una auténtica
sorpresa: en las ciudades más importantes del país triunfa ampliamente la
candidatura republicana- socialista (de hecho, en 41 de las 50 capitales de
provincia) mientras que las candidaturas monárquicas únicamente vencen en
pequeñas ciudades y en el mundo rural.
El
sistema caciquil había colapsado y por primera vez en España el gobierno era
derrotado en unas elecciones. Habían votado aquellas zonas en las que existía
opinión pública y se habían pronunciado en contra de una monarquía que sólo
estaba representada a nivel local por los caciques.
Desde
aquella tarde, empiezan a surgir manifestaciones exigiendo la república
prácticamente en todas las ciudades. Ante estos acontecimientos, los
monárquicos se dividen entre dos posiciones representadas respectivamente por Juan de la Cierva, que solicita la salida de la guardia civil para apaciguar todas esas
manifestaciones, y por el conde de Romanones, quien al ver que la jefatura de
la guardia civil no se decide a salir a la calle provocando una sangrienta
represión opta por pedir al rey que abdicara de su puesto.
El
rey, ante el desarrollo de los acontecimientos, abandonó el país y suspendió el
ejercicio de la potestad real. La caída de la monarquía se produjo porque sus
representantes se habían identificado en un determinado momento con todo lo que
el país consideraba caduco.
El
14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República.
BIENIO REFORMISTA
La
República comienza con la práctica desaparición de los partidos monárquicos y
con los firmantes del Pacto de San Sebastián contra la Monarquía que se erigen
en Comité Revolucionario. Para preparar un nuevo marco político era necesario
la formación de un gobierno provisional, el presidente del mismo será Niceto Alcalá-Zamora y su programa está basado en el programa del Pacto de San
Sebastián (reforma agraria, libertad de cultos...). El Gobierno Provisional
convocó inmediatamente Cortes Constituyentes para redactar una nueva
constitución, esas Cortes serían elegidas a través del sufragio universal de
los varones mayores de 23 años. Las elecciones fueron convocadas para el día 28 de Junio.
Composición de las Cortes Constituyentes tras las elecciones legislativas de 28 de junio de 1931 |
El parlamento resultante de las Elecciones a Cortes Constituyentes de 28 de junio de 1931 tuvo por misión la de elaborar y aprobar una Constitución el día 9 de diciembre del mismo año. La Constitución de la Segunda República Española supuso un avance notable en el reconocimiento y defensa de los derechos humanos y en la organización democrática del Estado: recogió la protección de derechos y libertades individuales y sociales y amplió el derecho de sufragio a los ciudadanos de ambos sexos mayores de 23 años. Entre las principales características de la Constitución de 1931 podemos destacar:
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
|
-
España
es una República de Trabajadores (igualdad ante la ley)
-
Soberanía Popular
|
DERECHOS
CONSTITUCIONALES
|
Explicita
los derechos del ciudadano
|
RELIGIÓN
|
Estado Laico (separación Iglesia - Estado)
|
PODER LEGISLATIVO
|
- CÁMARA
ÚNICA: PARLAMENTO
- Sufragio
Universal masculino y femenino
|
PODER EJECUTIVO
|
-
República unitaria
-
Presidente electo controlado por el Parlamento
|
PODER JUDICIAL
|
Unidad Leyes
|
ADMINISTRACIÓN LOCAL
|
Elección popular
|
Esquema Constitución 1931 |
Formado el 15 de diciembre de 1931, tras aprobarse la Constitución de 1931, el Bienio Reformista constituye una etapa dirigida por
un gobierno de coalición de republicanos de izquierda y de socialistas
presidido por Manuel Azaña, y con Niceto Alcalá-Zamora como
presidente de la República. En sus primeras
medidas intentan arreglar lo que consideraban los grandes problemas anteriores
de España coincidiendo con la ideología que estos partidos representaban. Entre
ellas se pueden destacar estas áreas:
1. Agricultura: la
Ley de Reforma Agraria preveía la expropiación de grandes fincas no cultivadas
directamente por sus dueños, tierras incultas... Para ello se creó el Instituto
para la Reforma Agraria. El I.R.A. confiscaba las tierras y las pasaba a las
Juntas Provinciales y éstas a los campesinos que previamente habían decidido
sobre su explotación individual o colectiva.
2. Regionalismo: se
adecuó el Estatuto de Cataluña a la Constitución de 1931 y se aprobó (no sin
oposición) el 9 de septiembre de 1932. Esto convirtió a Cataluña en región
autónoma y sirvió de apoyo a otros regionalismos.
3. La
cuestión militar: Azaña lleva a cabo una reforma en
profundidad del Ejército para hacerlo más eficaz y moderno y para someterlo al
poder civil. Para ello, tomó dos medidas: una, obligando a los oficiales a
jurar la bandera republicana, y otra, ofrecerles el retiro cobrando el sueldo
íntegro. Con la primera se garantizaba el apoyo del estamento militar, con la
segunda acababa con el problema de macrocefalia (un exceso de oficiales
arrastrado desde la época primorriverista). Muchos militares se acogieron.
Estas dos medidas fueron acompañadas del cierre de la Academia Militar de
Zaragoza, que sacaba todos los años todavía más promociones de oficiales.
4. Educativo-social: en
dos años se abren miles de escuelas, más que en los treinta de monarquía
alfonsina. Los objetivos prioritarios fueron acabar con el
analfabetismo y promover la enseñanza laica. La gran renovación
pedagógica que acompañó esta reforma introdujo importantes novedades, entre
ellas, las aulas mixtas.
Niceto Alcalá-Zamora (1931) Fuente: Bundesarchiv, Bild 102-12783 / CC-BY-SA |
Ante
el descalabro de las elecciones donde las izquierdas obtuvieron una fácil
victoria, la derecha y el catolicismo político organizaron en poco tiempo un
partido político que representara sus intereses y al que bautizaron como Acción
Nacional y que constituiría el núcleo de la
futura Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). De esta forma, se genera un nuevo mapa
político que se completaría con el único diputado monárquico, el conde de
Romanones, y que tendría el siguiente esquema:
A partir de 1932, el gobierno azañista tendría que hacer
frente a tres tipos de oposición:
- La derecha política:
que aprovecha el anticlericalismo de algunas medidas para que se le una el
movimiento católico dentro de sus esferas políticas formando una nueva
coalición, la CEDA (que surge a principios de 1933), cuyo líder será José María Gil-Robles.
- El centro político:
La oposición centrista está representada sobre todo por el Partido Radical
de Alejandro Lerroux, desvinculado de los socialistas, y que practica
obstruccionismo parlamentario.
- La izquierda: El
gobierno de Azaña recibe la oposición de quienes son aún más radicales que
ellos. Este es el caso de sindicatos como la CNT que resurge tras haber
sido prohibida durante la dictadura de Primo de Rivera. En la época estaba
compuesta sobre todo por faistas (anarquistas) y socialistas terceristas
(partidarios de abandonar la II Internacional para ingresar en la III
Internacional).
El papel del gobierno en la represión de los motines
campesinos añadió un factor más al descontento popular, que se unía al de la
esfera política. En septiembre de 1933, Azaña tuvo que dimitir como
consecuencia de las desavenencias políticas entre los partidos que le apoyaban
(PSOE, Izquierda Republicana y Partido Radical) a propósito de los hechos de
Casas Viejas, y de su incompatibilidad con el presidente de la República,
Alcalá-Zamora. Ante las dificultades de
formar un nuevo gobierno, Alcalá-Zamora disolvió las Cortes y convocó
elecciones para el 19 de noviembre.
BIENIO CONSERVADOR
Las
nuevas elecciones muestran un panorama radicalmente distinto al de dos años
antes. Con una derecha organizada, y aglutinada en torno a la CEDA y con una
izquierda dividida y recibiendo la contracampaña de la CNT, el resultado no
podía ser otro que el hundimiento de las izquierdas dejando como victoriosos al
centro político del Partido Radical y a la CEDA como el gran partido de
derechas.
Tras
las elecciones, las primeras en que participan las mujeres; a la CEDA no se le
encarga formar gobierno (a pesar de haber sido la fuerza que consigue más
diputados) al no haber hecho pública su adhesión a la República. A quien sí se
le encarga formar gobierno es al Partido Radical, que procede desde un primer
momento a tratar de derogar la legislación republicana anterior y eliminar a
todos los concejales y alcaldes de izquierdas. Esta labor se centra en:
- Agricultura:
Paralizar la Reforma Agraria.
- Regionalismo:
Se vacía de contenido al estatuto de Cataluña.
- La
cuestión militar: Se devuelve el poder a los militares
reaccionarios y se reabre la Academia Militar de Zaragoza (de la que el
general Franco era el director).
- La
cuestión educativa-social: se paraliza el plan
de educación y de creación de escuelas.
El
gran problema acontece cuando la CEDA quiere introducir en el ejecutivo radical
a tres ministros procedentes de sus filas, a lo que se oponen los partidos
izquierdistas porque temían el auge del fascismo y su posible entrada en
España. Una campaña de huelgas por todo el país daría paso a alzamientos
armados de gravedad en Asturias y Cataluña. En algunos puntos localizados de
las áreas latifundistas el levantamiento armado revistió también extrema
violencia. El gobierno se ve obligado a enviar al ejército traído desde África
y dirigido por el general Franco para sofocar la rebelión.
Tras
estos hechos, la CEDA se configura como fuerza dominante: se castigaron a los
responsables de la sublevación, se
suspendió el estatuto de autonomía catalán, militares famosos de dudosa lealtad
republicana fueron ascendidos (como Fanjul, Goded o Franco) que en parte serían
los protagonistas del alzamiento contra la República del 36 y que desembocaría
en la Guerra Civil. Se llegó a barajar también la posibilidad de reformar la
Constitución de 1931.
El
escándalo del caso del estraperlo
supuso la puntilla para un gobierno débil tras la salida de Lerroux (el Partido
Radical estuvo salpicado con la mancha de la corrupción). Este caso puso punto
y final al Bienio Conservador tras la convocatoria de elecciones para febrero
de 1936.
EL GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR
Manuel
Azaña, tras los sucesos de la revolución de 1934 (por los que había sido
encarcelado) y conocedor de los fallos izquierdistas en las anteriores
elecciones, alcanza un pacto para unir a la izquierda republicana. El resultado
es el Frente Popular. La victoria azañista en las elecciones del 36, permite al
Frente Popular centrarse en sus objetivos principales: eliminar la legislación
del gobierno anterior (volviendo a las líneas políticas seguidas en su primer
gobierno) y lograr la amnistía de los presos políticos.
Manuel Azaña (1932) Fuente: Bibliothèque nationale de France |
En
líneas generales, el Partido Radical se hundió y el poder de la CEDA decrece. Frente a la coalición electoral de las izquierdas, las
derechas no pudieron oponer como en 1933 un frente homogéneo, porque la CEDA,
en su intento de obtener el poder y evitar el triunfo de la izquierda, se alió
en unas circunscripciones con las fuerzas antirepublicanas (monárquicos
alfonsinos, carlistas) y en otras con el centro-derecha republicano (radicales,
demócrata-liberales, republicanos
progresistas), por lo que fue
imposible presentar un programa común. Lo que pretendía formar Gil Robles era
un "Frente Nacional Antirrevolucionario" o un “Frente de la
Contrarrevolución”, basado más en consignas “anti” que en un programa concreto
de gobierno.
Las elecciones con la más alta tasa de participación de la
República (la CNT no siguió pidiendo la abstención) propician un marco político
inestable con el PSOE como partido más votado pero dividido en dos bandos: el
radical (de tendencia filocomunista y representado por Largo Caballero) y el
moderado (más abierto a colaborar con los republicanos con Indalecio Prieto a
la cabeza). Estas divergencias provocarán que el PSOE no sea el que forme
gobierno sino el Partido Radical-Socialista que no contaba con el apoyo de la
calle.
Azaña, tras su nombramiento como presidente de la República,
nombra como presidente del Consejo de Ministros a Santiago Casares Quiroga cuyo
débil gobierno no pudo evitar la radicalización de la sociedad entre la derecha
(representada por la falange y los requetés) y la izquierda (por anarquistas y
comunistas) ni la sublevación militar de julio de 1939, que acabó con la Guerra
Civil Española.
Esquema de las principales líneas políticas seguidas durante la República |
La Segunda República,
subido por JohnyGajete a https://www.youtube.com