sábado, 14 de julio de 2012

El pensamiento económico en la edad moderna. - Parte 7

Esta serie de artículos está centrada en el surgimiento de una nueva forma de pensar con respecto a la economía y que es heredera directa del nuevo contexto en que se mueve la Europa del momento. Los siglos modernos alumbran un nuevo concepto del hombre y su lugar en el mundo: el humanismo y el renacimiento subrayan el papel del hombre frente al pensamiento medieval (centrado en el concepto de Dios). El cambio de mentalidad imperante y una mayor tendencia de los países europeos hacia el reforzamiento de su autoridad como garante de la solidez del estado, acentuará el aligeramiento de las férreas posturas económicas medievales que ya poco a poco estaban desapareciendo frente al nacimiento de un nuevo pensamiento económico, traído de la mano de los hombres de negocios más influyentes, los funcionarios más preocupados por el desempeño de su profesión y de otros pensadores laicos que se centran en los problemas económicos del estado.


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El Mercantilismo 2

 EL MERCANTILISMO: MERCANTILISMO E INTERVENCIONISMO  

La literatura económica de ese largo periodo que iría aproximadamente desde mediados del siglo XVI hasta las décadas centrales del siglo XVIII, se le conoce como mercantilismo o literatura mercantilista. Las mayores aportaciones a la obra mercantilista se dieron en países con mayor desarrollo comercial como Inglaterra, Italia o España (de forma muy residual por obra de los llamados arbitristas). Hacia 1750 podemos dar por concluida la edición de escritos, de folletos, en definitiva, de obras de contenido y de ideología mercantilista ya que en torno a esta fecha, irrumpen en el escenario de las ideas de literatura económica varias obras cuyos argumentos, ideas y doctrinas difieren de manera notable de lo que hasta entonces había predominado en el discurso económico, las ideas mercantilistas. Esas indican el fin de la literatura mercantilista y el comienzo de otros pensamientos y doctrinas como la fisiocracia (sobre todo en Francia) y el liberalismo económico (fundamentalmente en Inglaterra y Grecia). Algunas de estas obras fueron:

-   Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general de Richard Cantillon (1730)
-   Discursos políticos de David.Hume (1752).
-   Cuadro económico de François Quesnay (1758).

Hoy en día, existe un intenso debate por parte de los historiadores del pensamiento económico sobre si el concepto de mercantilis­mo, que es un término acuñado en sentido despectivo por autores de la fisiocra­cia, en verdad corresponde a un cuerpo coherente y uniforme de ideas o si engloba a una auténtica escuela de autores. Al margen de ello, lo que sí parece unir a todos estos autores mercantilistas, no fue tanto la herencia de una ideología o doctrina económica común como su filosofía de contribuir al fortalecimiento de la nación-estado de la que todos eran defensores.

A mediados del periodo moderno, en esos esta­dos nacionales que ya están consolidados desde el punto de vista polí­tico e instrumental, el poder político interviene cada vez más en todos los asuntos de la vida económica; idea apoyada por autores mercantilistas. De ahí que el mercantilismo sea sinónimo de intervencionismo económico. Esa intervención por parte del poder político en la vida económica se realiza por medio de una legis­lación reguladora, que pretende los siguientes objetivos:

-    Mediar en el proceso de desarrollo económico, aumentando la riqueza y el poder de los grupos privilegiados, es decir, de la clase mercantil o burguesía.
-    Tratando de aumentar el caudal de ingresos fiscales y no fiscales que fluye hacia el Estado desde los diversos sectores de la economía nacionalPuesto que con tales ingresos el Estado sostiene o financia el gasto público, en el que destacan dos partidas por encima de las demás:
1.- Gasto militar
2.- Gasto suntuario (de la Corte).

Únicamente una parte de la literatura mercantilista se muestra con características progresistas, la mayoría de las veces los escritos mercantilistas están interesados en una polí­tica económica que se dirige al poder al objeto de que dichas propues­tas pudiesen llevarse a la práctica, o simplemente para obtener favores económicos que beneficiasen a la clase mercantil. Las formas básicas de intervención directa en la vida económica por parte del Estado propuestas y defendidas por los autores mercantilistas serían:

1. Idear una serie de proyectos económicos más o menos autárquicos que buscan favorecer la producción nacional, tanto industrial como agrariaPara lo cual sugieren la puesta en marcha de una política proteccionista, es decir, sugieren una política de sustitución o limitación de las importaciones, al tiempo que recomienda la imposición de aranceles sobre los bienes que son motivo de importación.

2. Promover y financiar desde y por el Estado empresas mercantiles o manufacturerasHacia el tercer cuarto del siglo XVII, surgen los primeros intentos de este tipo de empresas (por ejemplo, la compañía de indias occidentales). El caso más evidente de esta política estatal lo tenemos en Francia con Colbert. Este propició una política industrial que consistió fundamentalmente en la implantación y generalización por todo el reino de Francia de diversos establecimientos fabriles sujetos a una intensa regulación estatal en materia de precios, salarios y producción y distribución. El modelo colbertista se exportó a buena parte de las economías europeas.

Jean-Baptiste Colbert, por Claude Lefèbvre (1666 aprox.) 
Fuente: Wikimedia Commons 

3. Aquellos estados que disponían de colonias en ultramar diseñaron una política económica colonialista destinada a consolidar y perpetuar el control en régimen de monopolio de todas las actividades económicas y de todo el comercio que se ejercía con esas colonias.

4.   Racionalizar el sistema fiscal y hacendístico. Eso sí, nunca significaría la búsqueda de una redistribución más equitativa y justa de los impuestos, sino introducir nuevos impuestos y mejorar la eficacia del sistema recaudatorio existente para así incrementar los ingresos del Estado.

La aplicación de todas políticas intervencionistas es precisamente la causa que propicia el florecimiento en Europa de una prolífica literatura económica mercantilista donde se recogen todo tipo de medidas concretas y que pretenden influir en legisladores, consejeros y demás individuos próximos al poder o con capacidad para influir sobre el poder. Además de la literatura escrita con esa intenciona­lidad, existe otra literatura mercantilista cuyos autores representan los intereses de grupos de presión específicos y que lo único que pretenden es obtener del poder un trato preferencial.



Eso sí, merece la pena destacar que esta abundante literatura económica que está compuesta de múltiples recomendaciones en política no parece que haya ahondado en aquellas zonas donde el proceso de unificación nacional fue muy tardío, como por ejemplo, en Alemania o en Italia. Por tanto, puede decirse que por sus propias características, esta literatura mercantilista es paralela al desarrollo del Estado-nación. Esto parece evidente si tenemos en cuenta, por ejemplo, que la idea del reforzamiento del poder estatal está vacía si no hay estado que reforzar.


 CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL PENSAMIENTO MERCANTILISTA

Ya hemos comentado cuándo y dónde surgen las ideas mercantilistas así como cuáles son sus objetivos o de qué forma proponen los autores mercantilistas que se apliquen sus ideas pero aún no hemos respondido a una pregunta básica:

¿Qué es el mercantilismo?

La definición clásica del mercantilismo considerado como doctrina económica se fundamenta en cinco ideas básicas que supuestamen­te estarían presentes en escritores mercantilistas si estuvieron for­mados en escuelas de pensamiento económico.

1.   Poblacionismo: Este término designa la creencia de que un Estado es más rico cuanto mayor es su población. Por consiguiente, los autores mercantilistas son claramente pronatalistas. Estas teorías son lógicas en el contexto de la Europa de los siglos XVI a XVIII, porque en ese momento se defendía que el aumento de las distintas actividades económicas era intensivo en trabajo, lo que quiere decir que los únicos aumentos de producción se conseguían a partir de la utilización de una mayor mano de obra. Por esta razón, hacían válida la ecuación a mayor población, mayor riqueza.

También, dado el bajo nivel tecnológico militar, el éxito de la guerra aún dependía sobre todo de los efectivos militares, es decir, de tener un ejército más numeroso que el del rival. En el caso español, los llamados arbitristas, (un conjunto de escritores de los siglos XVI y XVII sobre todo, que dirigieron al poder escritos donde denunciaban los males de España y proponían curar los "arbitrios") coincidían en señalar que uno de los signos más pal­pables del proceso de decadencia nacional era la recesión demográfica que se venía produciendo desde las últimas décadas del siglo XVI.

El Bucintoro regresa al Molo el día de la Ascensión, por Canaletto (1730 aprox.)
Fuente: Web Gallery of Art

2.   Bullonismo: Los mercantilistas defienden la idea del bullonismo, según la cual la riqueza de un país se mide por la cantidad de metales preciosos acumulados, o de dinero circulante en la economía. Aquellos países que no tenían acceso a las fuentes de producción de los metales preciosos (oro y plata, fundamentalmente), y que, por tanto, carecían de las minas, sólo les quedaba como opción para aumentar sus reservas de oro y plata vender su producción al exterior. Y esta es la razón que explica la tercera característica que define al mercantilismo.

3.   Defensa de la industria y del comercio: Para los mercantilistas tanto la industria como el comercio constituyen las acti­vidades más importantes. Y, por ello, deben estar protegidas estas por el Estado.

Los mercantilistas propugnan una balanza comercial favorable, fundada o basada en la llamada teoría de las ventajas absolutas. En lenguaje coloquial, teoría esta significa que cuanto más gana un país, más pierde otro. Es lo que en economía se llama suma cero, porque lo­ que gana uno es a costa del otro. Estas doctrinas nos llevan, inexorablemente, a una proposición de política comercial muy simple: “Un Estado debe vender al extranjero más que la cantidad que compra y cuanto mayor sea su grado de autarquía, tanto mejor”.

4.   Poder del Estado: Los mercantilistas persiguen como objetivo final de toda actividad económica, el fortalecimiento del Esta­do. Esta comunión de intereses entre el mercantilismo y el Estado es lo que se define como teoría de las armonías.

Sin pretender cuestionar esta definición de mercantilismo sí que conviene matizar algunas cuestiones. Primero, el mercantilismo realmente no es un cuerpo doctrinal perfectamente elabo­rado, al cual se adscriba una escuela de pensadores, porque la mayoría de los escritos mercantilistas son monotemáticos; en definitiva, son panfletos o folletos de pocas páginas que versan aspectos muy parciales sobre la economía. En su inmensa mayoría, estos panfletos versan sobre recomendaciones fiscales, sobre política monetaria, cómo incentivar la inversión en la industria manufacturera; cómo alcanzar una balanza comercial favorable, etc. Tampoco el mercantilismo, contrariamente a lo que la doctrina tradicional venía argumentando, constituye un cuerpo sistemático de ideas que, alentando al comercio, favorezcan a la clase mercantil; en todo caso, sus propuestas de una política de desarrollo económico tiene como objetivo prioritario la consolidación del Estado. Por eso, el mercantilismo en verdad es un conjunto de recetas de política económica en las cuales se explica cómo estimular el desarrollo económico o, lo que es igual, cómo se consigue el crecimiento de la economía nacional y cuál es el papel que en ese proceso desempeña el di­nero, el comercio, las producciones industrial y agraria, el Estado y las colonias.

Los Estados nacionales consideran la economía como una poderosa arma de guerra. Por lo tanto, ese argumento se traduce en lo siguiente: “Mejorar la condición económica de un Estado, inevita­blemente implicaría el deterioro en la condición del vecino”.

El mercantilismo, por Felipe Argote
profesor de la Universidad Interamericana de Panamá
subido por Felipe Argote a https://www.youtube.com