martes, 3 de julio de 2012

Ideología y partidos políticos en la España contemporánea. - Parte 3

En los artículos referentes a este epígrafe se intentará realizar un análisis dirigido al surgimiento y evolución de los partidos políticos en España hasta la configuración actual de los mismos. Este artículo está destinado a tratar cómo afectó la crisis del Antiguo Régimen a las ideas políticas circulantes en la España del momento (que vivía en el contexto de la monarquía absoluta borbónica y la posterior Guerra de Independencia) y cómo cristalizan en la Constitución de 1.812 y en el reinado posterior de Fernando VII.

Enlaces relacionados:

 EL TRIENIO LIBERAL (1.820-1.823)  


Después de la vuelta de Fernando VII, el Deseado, en 1814 y la restauración del absolutismo; a los liberales sólo les quedan dos opciones: el exilio (principalmente vía Gibraltar) o bien permanecer en España y luchar contra el absolutismo apoyando los pronunciamientos militares, con el fin de instaurar el liberalismo. Todos los años se suceden intentos de imponer las ideas liberales con la ayuda de parte del ejército y el pretendido apoyo popular. De todos ellos, sólo triunfa el de 1.820, encabezado por el comandante Rafael de Riego con el que empieza el Trienio Liberal (1.820 - 1.823); uno más de en la larga cadena de los que tuvieron lugar en el Sexenio 1.814 – 1.820. Tras el pronunciamiento de Riego, la facción liberal alcanza el poder para realizar cambios desde una base ideológica opuesta a la del Antiguo Régimen.

Rafael de Riego
Fuente: Wikimedia Commons
Con el juramento de Fernando VII de la Constitución de Cádiz se inició el nuevo régimen liberal. Legalizada la revolución con la sanción real que reconoció la Constitución y toda la obra reformadora de 1.812, se volvió al sistema jurídico interrumpido en 1.814 sin discusión ni enmienda de textos.

Será en esta época cuando se establezcan unas estructuras mínimas como para considerarlas los primeros grupos políticos: las sociedades patrióticas. Éstas se convierten en los primeros espacios de sociabilidad política, de influencia francófona. Alcalá Galiano y el marqués de Miraflores fundarán los primeros clubs políticos, a imagen de los surgidos durante la Revolución Francesa, como foros de discusión política. Las sociedades patrióticas contarán con sus propios reglamentos y configuran como medios para alcanzar sus objetivos:

Ø  Reuniones en las que se leen y se comentan artículos de la Constitución.
Ø  Celebración de fiestas con motivo de aniversarios de la jura de la Constitución por el rey.
Ø  Colocación del texto constitucional en las puertas de las casas.
Ø  Propagación de ideales mediante la fundación de periódicos vinculados a ellos, lo que constituye uno de los cimientos del liberalismo exaltado.

Portada de la primera edición de la Constitución de 1812
Fuente: Memoria de las revoluciones en México N°5 / Wikimedia Commons

La agitada vida política del Trienio estuvo marcada por la desconfianza entre el rey y el gobierno y por las disensiones entre los propios liberales. En la práctica, el retorno al liberalismo fue imposible. Habían ocurrido hechos tan graves como la destrucción de la obra gaditana, la persecución de sus más eminentes promotores o la represión de las nuevas tentativas, dividiendo el país en dos mitades prácticamente irreconciliables.

Los hechos ocurridos durante el Trienio supusieron la división de los liberales en dos tendencias: por un lado, los doceañistas”, llamados así por haber participado muchos de ellos en las Cortes de Cádiz, que consideraban alcanzada la revolución y, por tanto, lo que procedía era conservarla; y los veinteañistas por otro, que no pensaban así, la revolución no se había alcanzado de forma que había que seguir luchando y cambiarlo todo.

Los primeros, más moderados, pensaban que la monarquía era una pieza insustituible, porque sin ella se caería en la anarquía republicana. Eran elitistas por ser pocos y desconfiaban de la viabilidad del texto constitucional gaditano, siendo partidarios de cambiarlo o reformarlo en un sentido conservador para establecer, entre otras cosas, un sistema bicameral. Los segundos, pensaban que lo esencial era el dogma de la soberanía nacional y buscaban el apoyo popular, por lo que hablaban más de igualdad que de libertad y defendían la intangibilidad de la Constitución. Dada su actitud en el parlamento, en la prensa y en las sociedades patrióticas comenzaron a ser llamados “exaltados”.

El Congreso de Verona de 1.822 traerá consigo la decisión de la Santa Alianza  de acudir en ayuda de “el Deseado” enviando a los Cien Mil Hijos de San Luis. En 1.823 triunfa de nuevo el absolutismo, se pone fin al Trienio Liberal y con él termina la vida de las sociedades patrióticas. Desde 1.823 a 1.833 las ideas liberales se volverán otra vez clandestinas. El aparato represor del estado estuvo muy bien organizado y la única solución para los liberales será la de organizarse a través de logias masónicas, sociedades secretas y comuneros (como la Sociedad del Anillo, la Masonería y la Carbonería); que hoy en día se conocen por archivos policiales.

El Trienio Liberal, del Documental Historia de España
por virgisu1 en https://www.youtube.com


Esquema sobre la política del Trienio Liberal

 LA DÉCADA OMINOSA (1.823-1.833)  

Durante este nuevo ciclo de diez años de duración, el rey impuso el pleno ejercicio de su soberanía. Ésta ha sido una de las etapas más confusas y menos conocidas de la crisis del Antiguo Régimen. La misión de los Cien Mil Hijos de San Luis había sido la de derrocar al régimen liberal y restablecer en el trono a Fernando VII y no estaba previsto que actuara como un ejército de ocupación (para evitar comparaciones con la época napoleónica) pero la desconfianza del rey respecto al ejército y la necesidad de un brazo armado que garantizara la estabilidad del gobierno dio lugar a que solicitara la permanencia del ejército francés. La ocupación finalizó en 1.828 cuando la monarquía absoluta ya se encontraba asentada.

Durante toda la etapa, las tendencias políticas se radicalizan derivando algunos sectores hacia el fanatismo. Existían grupos de liberales y realistas extremistas que se reunían y conspiraban, y para los que toda medida era valorada según satisficiera o no sus propias aspiraciones.

La depuración política, llamada entonces “purificaciones”, también afectó a los civiles ordenando “(…) limpiar (…) las oficinas de todos los que hayan sido adictos al sistema constitucional”. Si se tiene en cuenta cómo había participado la masonería en el triunfo de la revolución de 1.820, se explica el interés en “(…) destruir las sociedades secretas y toda especie de secta”. El rey también mostró una clara aversión hacia la representatividad, ya que las Cortes de Cádiz le habían despojado de su soberanía y las Cortes del Trienio lo maltrataron. De esta forma, se va a plantear una lucha entre poderes absolutos: el del rey y el de las Cortes.

En 1824 se planteó una amnistía por motivos políticos que el gobierno consideró como un proyecto de ley “demasiado amplio y que podía producir agitaciones”. Con unas modificaciones restrictivas se llevó adelante pero no contentó a nadie. Los realistas radicales la recibieron mal porque podía ser usada por los liberales. Los moderados (tanto realistas como liberales) porque las excepciones incluidas la convertían en raquítica y mezquina. Para los revolucionarios liberales era papel mojado ya que estaban excluidos de ella.


Mapa Conceptual sobre la política durante la Década Ominosa


Mapa Conceptual sobre la oposición política durante la Década Ominosa

Esquema sobre la época